La familia Vargas se ha dedicado por años al cultivo del café, manteniéndose en el negocio por más de 9 décadas. Fue Don Clarindo, abuelo de los actuales dirigentes de la compañía quien en el año 1941 eligió al café como cultivo principal, pues también se dedicaba al cultivo de caña. Estas dos actividades productivas eran muy fuertes en la época, pero el especializarse fue el primer paso al éxito.

El negocio debió enfrentar retos como las plagas, que afectan fuertemente a plantaciones; y aprender a controlarlas ha sido parte del proceso. A pesar de ello Don Clarindo junto a su hijo Norman, poco a poco fueron incursionando en otras etapas del proceso del café, fundando en 1959 el Beneficio Santa Eduviges. Cuyo nombre se debe a que Don Clarindo era devoto a Santa Eduviges, la Santa proveedora de casa.

Así en 1960, se llevó a cabo la primera cosecha beneficiada de 1200 fanegas.

En 1972 da inicio la ola tecnológica, y Costa Rica, que siempre ha sido abierta a la tecnología, empieza la revolución verde de café, disminuyendo la cantidad de sombra y se empieza a sembrar más plantas por hectárea; pasando de 3500 a 7000 plantas, y la producción incrementa notablemente.

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Beneficiadora Santa Eduviges pasa de 5.000 fanegas a 10.000; y luego a 15.000, que es una producción muy respetada en este país; generando una economía interna. Y cuando se da la famosa helada en Brasil, provoca un déficit de abastecimiento de café en el mercado internacional, elevando los precios, y en 1975 una fanega pasó de 32 dólares a 310 dólares en un término de 18 meses. Lo que se convierte en el impulso que la empresa necesitaba para terminar de consolidarse.

Y así, finalizando los 70´s la empresa siguió ampliando el negocio, convirtiéndose en la familia costarricense que se mantiene líder en tecnología y producción.